18/11/07

De como un fantasma me visitó una noche de sabado

La borrachera se esfumó instantáneamente, como si estuviera ante la presencia de un fantasma. Y lo era en cierta medida. Un fantasma del pasado que me perseguía y cuando no, lo hacía yo. El masoquismo sentimental siempre estuvo presente en mi. Ahora lo tenía al frente y no tenía la más mínima idea de que responder.

-Hola...tiempo sin verte.
-Eh...mmm...ah...Hola. -le respondo más pálido que sus piernas.
-Tres años sin vernos y solo me dices hola? -me dice con ese pícaro brillo en cada pupila.
-Sorry, es que son 3 años pues. Me agarraste de sorpresa -le digo mientras me agarro fuerte al sillón.
-Jajaja, pero tú estás igualito.
-Igualito de soltero. Y tú?- le digo en impulso atrevido y valiente proveniente de algún sector de mi cerebro que aún desconozco.

Ella también está soltera. Se dio cuenta que el tipo por el que me dejó tres años atrás, no era lo que ella esperaba. Lo terminó hace una semana, y tengo ganas de preguntarle si no se sintió mal al terminar con él. Termino concluyendo que ya está acostumbrada. Que ya lo hizo muchas veces. Que ya sabe cual es el proceso. Tal vez utilizó las mismas palabras que utilizó conmigo. Tal vez ya se sofisticó y le rompió el corazón en pedazos suficientes como para repararlo rápidamente y no en miles de pedacitos como conmigo. Pero bueno, ya pasaron tres años y cuanto más lejano sentía el aroma de aquellos días, apareció la flor que perfumaba esos días tan llenos de shit. Ahora ella está coqueta, el ambiente se presta para un memorable remember, que dicho sea de paso podría templarme más que cuerda de guitarra.