tag:blogger.com,1999:blog-71955803889119625652024-03-08T12:41:46.213-08:00Desventuras de un niño bueno y aventuras de un niño maloUnknownnoreply@blogger.comBlogger36125tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-16368834406334237172015-04-11T08:38:00.001-07:002015-07-05T22:24:54.093-07:00El Tunche Loco (Sobre un viaje caliente a la selva o sobre un viaje a la caliente selva Parte II)Salí del hotel bastante tranquilo. Ecuánime. Sin hacerme idea alguna sobre lo que podría ocurrir esa noche. Toda la tarde hizo un calor que se te metía en los huesos. Asumo que esa sensación era la responsable de la calidez de los tingaleses y sobretodo la de Jimena, aquella noche, en aquel bar, en aquella mesa, frente a mi.<br />
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Era inevitable usar ropa bastante ligera y Jimena la llevaba tan natural como una segunda piel. Tomó un sorbo de su chilcano y "ay, Martincito, no sabes cómo me has sorprendido", decía mientras me desarmaba con ese acento selvático en el que la entonación sube y baja diez veces en una sola palabra. Un bar en una ciudad en la que nunca había estado, con una chica a la que casi no conocía, tomando un trago local y desconocido para mi llamado "Tunche Loco", y ese acentito...me dejaba en la nada, perdido, sin saber muy bien hacia que dirección apuntar con mis palabras o gestos. Decidí no hacer esfuerzo alguno y relajarme. Encontré un vientecillo fresco dentro de la ola de calor de aquella noche, me subí y me dejé llevar. Me recosté en el respaldar de la silla, crucé las piernas y me dediqué a escuchar las historias que Jimena tenía para mi, mientras acababa en dos minutos el "Tunche Loco" y pedía otro más.<br />
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La "vejez" me ha permitido descubrir que si me concentro en beber, todo lo demás fluye naturalmente. Lo sé, es mal consejo. Pero en esta etapa -que ya está muriendo- me funciona a la perfección. Aquella fue una de las primeras veces y como todas primeras veces se hace de manera torpe. Felizmente, Jimena no se dio cuenta que solo me concentraba en alcoholizarme. Ella siguió conversando alegremente al aire, haciendo muchos gestos, pintándome en un lienzo imaginario la historia de su novio convenciéndola de hacer un trío con su amigo. Luego estaba yo, mirándola desde una esquina de mis pensamientos, lejos, muy chiquita, gesticulando graciosamente. Todo esto mientras recordaba que no me había vacunado contra la fiebre amarilla, como se recomendaba hacerlo antes de un viaje a la selva.<br />
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Desperté de mis divagaciones sobre el <span style="background-color: white; color: #545454; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 18.2000007629395px;">Aedes aegypti -m</span><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 18.2000007629395px;">osquito de la fiebre amarilla-</span> cuando escuché un "¿Vamos a la Cabañita?" La Cabañita era una discoteca que quedaba a unos 50 metros y que según me contó Jimena era utilizado para lavar dinero del narcotráfico. El lugar no era muy diferente a una discoteca tipo "El Pizzotón" en la calle de las pizzas. No vayan.<br />
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Esos cincuenta metros los caminamos ella, yo y su moto mientras me contaba a que ritmo se movía realmente la ciudad. Llovía y mucho. Los locales caminaban como si nada pasase, mojados, acostumbrados a que llueva de esa manera. Los turistas que no estábamos familiarizados con ese clima recibíamos el "duchazo" con sorpresa y alegría. El calor se disipaba poco a poco. Estacionó la moto, saludó al bouncer y estiró la mano para que entráramos juntos.<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-86107238131272684852013-08-09T18:25:00.000-07:002017-07-21T14:13:25.666-07:00Yaquechu (Sobre un viaje caliente a la selva o sobre un viaje a la caliente selva Parte I)Cuando le mandé el mensaje de texto pensó que era broma. Ya se la había hecho algunas veces y el siguiente mensaje era un largo "jaaaaaaaaaa, mentira". Debe ser esa cosa juguetona y cruel que tengo, dependiendo a quién se dirija. Siempre sin malas intenciones. Eran las siete de la mañana cuando llegué. Andaba con la espalda hecha mierda por el viaje de ocho horas en un bus sin asiento 180 grados. Mi espalda se podía ir a la mierda realmente, porque había valido la pena dejar Lima la horrible, atravesar los andes y ver como poco a poco el verde reemplazaba a la nieve, las rocas y los cerros calatos.<br />
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Allí estaba yo, una maleta, una mochila y el desconcierto de estar en una ciudad en la que nunca había estado. La emoción/miedo de un primer viaje solo también. Y la emoción/excitación de ver a una chica después de algunos años.</div>
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Cuando Jimena leyó el mensaje de texto sonrió juguetona pensando que era uno de mis típicos mensajes. Y cuando estaba por escribirle "Eres puro floro Martincito, jajaja", recibió otro. "Esta vez no es broma, estoy en el terminal con mis maletas sudando como chancho". </div>
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Cómo había decidido hacer el viaje unas horas antes, no tenía idea donde alojarme. Caminé y caminé bajo el sol de Tingo María buscando algún lugar decente. Pobre pero honrado tal vez. Una opción era entrar, preguntar, ver y de acuerdo a eso hacer una valoración bonito/barato. La otra era seguir por el camino de la improvisación y simplemente adivinar y esperar que era lo que buscaba. La opción uno implicaba decir "ah ya, gracias", si no me gustaba el hotel o si el precio me iba a obligar a recortar presupuesto en las salidas de las noches. Con mi presupuesto para el trago nadie se mete, así que elegí la opción yaquechucha y después de media hora de hacer tin marin de do pingüe, elegí uno llamado "La Noche". Tenía nombre de bar y tal vez fue mi subconsciente quién lo eligió. Yo, en adelante, le llamaría hotel "Yaquechu", en honor al viaje. </div>
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El hotel Yaquechu no tenía habitaciones simples disponibles, solo dobles. Intuí un poquito que me querían estafar viéndome cansado y con cara de yaquechucha. Todo en mi señalaba que iba a aceptar y así fue. No era un hotel feo. La habitación me recibió con sus dos camas y canales de televisión porno. Feliz como perro con dos colas me eché en la cama y mi teléfono sonó.</div>
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-"Martincito, en serio estás en Tingo? -dijo con ese dejo de la selva que me pone a hervir la sangre.</div>
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-No, la verdad es floro. Solo lo hice para emocionarte- mentalmente le guiñé un ojo.</div>
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-Eres malo. Yo que pensaba salir esta noche contigo. Iba a estar en mode chica fácil. - replicó coqueta y luego soltó una risita.</div>
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-Ya. Hoy a las ocho de la noche entonces. Yo también estoy en mode chico fácil.</div>
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No respondió en los siguientes cinco segundos. </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-22189829949237005792013-06-25T08:31:00.000-07:002013-06-25T08:37:24.846-07:00Las apariencias engañan (Final)Cual ninja corrí y me oculté detrás de una pared. Ella se quedó inmóvil. En la misma posición que la había dejado. Floreó bonito a su hermano y él se fue. El camino hacia el tercer piso estaba lleno de obstáculos. Obstáculos de carne y hueso, porque en el último piso había un tipo que hablaba por teléfono e iba y venía. Nosotros ocultos una vez más, agachados solo esperábamos. Pero la espera desespera y para matar el estrés nos íbamos metiendo mano mientras el tipo le pedía perdón a su novia.<br />
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Finalmente se fue y entramos a un cuarto. Un cuarto calato. Era el cuarto de la empleada que se había ido de viaje a provincia. Ella se fue y regresó a los cinco minutos con una botella de vodka, hielo y un par de vasos. El vodka es mi criptonita. Lo descubrí muy temprano en la época del cole. Pero trago es trago y no se le hace ascos. Nos soplamos media botella mientras conversábamos. Para el momento en que comenzamos a besarnos yo ya la veía mucho más linda y más putona. Sin embargo, tenía cara de bebe y el niño malo dejó que el niño bueno se haga cargo. </div>
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En el clímax de los besos y paleteadas, el niño bueno le preguntó algo tímido si hacía orales. Me miró durante cinco segundos haciéndome suponer que la había cagado preguntando eso. Luego dio una sonora carcajada que me obligó a taparle la boca. Me empujó a la cama y empezó a bajarme el cierre. Ya sabemos lo que pasó toda esa noche. Al día siguiente muy temprano, desperté intentando hacer el menor ruido posible para irme. Salí de la cama a buscar mi boxer y oh sorpresa, no estaba por ninguna parte. Ella tosió dos veces y me dijo "Estás buscando esto", con el boxer colgando de su dedo medio. No me dejó ir. Quería un mañanero. </div>
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Luego de eso no supe de ella durante un mes. Volvimos a conversar. Esta vez la conversación no era coqueta o caliente. Fue más íntima. Nos dimos cuenta que no sabíamos mucho el uno del otro. Me preguntó mi edad. "Ah, yo 25". "Ah, yo 17", dijo ella. Me quedé mirando la pantalla con los dedos inmóviles sobre el teclado. </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-49506479921212540412013-05-17T15:56:00.001-07:002013-05-17T15:56:45.631-07:00La entrada al paraíso/infierno (Parte V)Llegamos a una casa de tres pisos. El objetivo es llegar a la terraza. Para ello hay que atravesar escaleras, puertas, miradas y más. La recompensa: probar las mieles de la niña mala. Ella lo mira con complicidad y picardía. Abre la primera puerta. Una ventana grande con las cortinas cerradas le da tranquilidad al niño bueno. El niño malo está arrecho y no es buena idea soltarlo aún. Podría correr calato hasta la terraza en 34 segundos. Cargando en la espalda a la niña mala y gritando que hoy rompen el catre. Pero claro, existe el riesgo que su hermano, en el segundo piso los ampaye y el niño malo se quede sin tire y sin huevos. Lo mejor es que el miedo del niño malo haga el trabajo. Sigiloso. Precavido.<br />
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Un Honda Civic blanco sirve como trinchera y avanzan lentamente hacia la escalera externa que los lleva al segundo piso. Allí, agachada, el jean de la niña mala deja entrever una tanga roja y perversa. "Jalale la tanga webon", reclama el niño malo. El niño bueno, que por ende es quedado y bastante maricueca, prefiere mirar a otro lado, mientras siente que el boxer se le humedece. La niña mala se ha dado cuenta y saca más el culito a medida que avanza. Culito de cariño nada más. Porque lo cierto es que se ha desarrollado bastante bien. El niño malo agradece a las manos que la moldearon antes e insiste con lo de jalarle la tanga.<br />
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Llegan a las escaleras y ella hace que el niño bueno la agarre desde atrás y la tome por las caderas. Ya desde el colegio una enamoradita le decía que tenía manos matapasiones. Demasiado frías. Para la niña mala no es problema.<br />
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-Martin, tienes las manos heladitas -dice ella con tono maternal.<br />
-Siempre las tengo así, sorry -dice él avergonzado.<br />
-Espero que solo las manos las tengas frías - lanza la malísima.<br />
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Mientras dice esto último, ella decide calentar un poco las manos del niño bueno. Las toma fuerte y empieza a frotarlas contra sus bien ponderadas carnes posteriores. El niño malo toma control de la situación y se acerca a su oído para decir: "Ahora ya están más calentitas, siente" e introduce la mano derecha -con alguna dificultad- por debajo de su jean. Ella responde metiendo la mano debajo del polo del niño malo.<br />
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Siempre bastante imaginativo, soñador y pipiléptico, el niño malo le ha dejado de tarea a su cerebro buscar la pose que más se acomode para tirar en una escalera. Recurre a su archivo mental-caliente y recuerda un par de veces previas en que el amor lo sorprendió de subida.<br />
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Para que nadie se lastime las rodillas, parece ser que la mejor opción es el doggy style. Entre besos en el cuello y arrimadas de piano, su mano ha pasado de atrás hacia delante buscando indicios de humedad. La calentura siempre nubla, bloquea cualquier otro pensamiento para enfocarse en el objetivo. Solo un agente externo puede arrastrarte del marasmo a la realidad.<br />
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Escuchan una puerta abrirse.<br />
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-Me dijiste que tu hermano estaba en tu casa? -dice el niño bueno haciéndose la pichi mentalmente.<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-42314684288140838572013-01-15T18:33:00.002-08:002013-01-15T18:35:36.069-08:00Disquisiciones mentales (Parte IV)La última frase de ella ha escapado de sus labios tan velozmente que el niño bueno no ha tenido capacidad de reacción ni tiempo de asimilarlo. Para él, es demasiado regalo. Y aunque le pasa constantemente -no querer nada y conseguir todo-, aún no aprende a dar el siguiente paso. Felizmente para sus intereses, el niño malo siempre acude a su rescate y él no deja nada a medias.
Y están ahí, sentados frente al mar en una oscura noche de verano con el viento fresco dándoles en la cara y la calentura guardada debajo de la ropa. Ella repite esta vez con mayor decisión "vamos a mi casa". En la frente se ha colocado el cartel de "hazme tuya" y el niño bueno, pánfilo, ingenuo y por qué no decirlo, cojudo, alcanza ver el cartelito en la frente, pero en su mente dice "hace frío, quiero ir a mi casa".
Con un ánimo completamente desahuevante, el niño malo le aplica un lapo mental al niño bueno -sueña con el día en Trunks y Goten le enseñe a hacer la fusión. Solo ha sido un golpe. No ha decidido ponerse los chimpunes y entrar a la cancha. Hoy es el DT. Su púpilo es pésimo, lo sabe. Pero siempre, de una u otra manera, obtiene lo que el niño malo por sí solo no podría. Ellos se complementan y no podrían vivir el uno sin el otro.
-Mira weboncio. Veo que no harás ni mierda. Así que te iré diciendo qué tienes que hacer si hoy te quieres levantar a esta malcriada -lanza el niño malo canchero.
El plan está hecho. Mal. Esta niña buena es mala también. Ella hace los planes. Ella sabe lo que quiere. Esta noche el niño bueno será suyo.
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-65934033924312119272010-12-07T21:51:00.000-08:002010-12-07T23:42:21.015-08:00Frío frío...caliente caliente (ParteIII)En el malecón y sobre el pasto empezamos a temblar. La fría brisa del mar se ha convertido en cómplice de la noche y sugiere que un abrazo es el remedio más mañuco para darnos calor. Ella sigue temblando pero no dice nada. Sólo fuma y mira el mar negro que a los lejos aparece con pinceladas blancas que vienen y van. El niño bueno en su máxima expresión no sabe que carajos hacer. No atina a nada y balbucea un "¿tienes frío?" Ella no lo ha escuchado. O tal vez no ha querido escucharlo. Lo único cierto del momento es que ella a pesar del frío no cubre sus pechos y ha retrocedido un poco el cuerpo de modo que el niño bueno pueda asomar sus ojos por el escote. <div><br /></div><div>El niño malo ya cavila varias posibilidades y se ve con el brassiere en la boca y las manos palpando nuevos territorios. El niño bueno aún no decide si voltear a la izquierda y clavar los ojos en las tetas de esa niña mujer o voltear a la derecha y ver a la pareja arrecha que se besa y mete mano a vista de todos. Para el niño malo no hay problema. Las muestras de calentura a esa hora y bajo el cobijo de la noche es otra excusa para tentar al niño bueno, para convencerlo que sí se puede, que hay más parejas arrechonas que flores en ese parque y que es justo y necesario darle rienda suelta a esa erección que empieza a notarse cuando su cuello gira lentamente a la izquierda para darse cuenta que ella ha estado midiendo con la mirada el crecimiento del bulto entre las piernas del niño bueno. Si sus miradas quemaran, pedirían hielo para el bra y otro para el boxer. </div><div><br /></div><div>Una mano ha botado el pucho y otra se arrastra por el pasto sigilosamente. Dedo por dedo trepan una pierna temblorosa hasta apoderarse de ella por completo. La respiración del niño bueno se acelera, siente como sus manos flotan como por un encantamiento extraño y empiezan a tantear en la oscuridad una espalda que no logra alcanzar. Las miradas recorren los cuerpos y las manos también. Un viento helado los golpea en los rostros y rompe el hechizo advirtiéndoles que están a la intemperie y que detrás de ellos un serenazgo tose anunciando su presencia. </div><div><br /></div><div>-Buenas noches, buenas noches jovencitos...La vergüenza también es una virtud- dice el serenazgo con tono solemne.</div><div>-Sólo estamos conversando -responde la niña buena algo avergonzada.</div><div>-Está bien está bien...En ese caso la gratitud también es una virtud -replica.</div><div><br /></div><div>Con cinco soles menos en el bolsillo, veo como el serenazgo se pasea por esa porción de malecón repitiendo lo de la gratitud al resto de parejas. </div><div><br /></div><div>Abrázame que tengo frío dice ella y el niño bueno bajo la influencia del malo la abraza por detrás pasando sus manos por encima de sus friolentos pechos. La erección sigue vigente y ella apreta su espalda para ,cual lobo feroz, "sentirlo mejor".</div><div><br /></div><div>Una vez más el silencio entre los dos y el ruido del mar de fondo.</div><div><br /></div><div>De la nada, directa y concisa ella dice: "Vamos a mi casa"</div><div><br /></div><div><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-16050682070495993992010-08-13T20:20:00.000-07:002010-10-13T12:04:50.568-07:00She's got the power (ParteII)Es la primera vez que la veo. Al menos en persona. Algunas travesuras por el chat ya sirvieron a modo de calentamiento, pero ya no más. El monitor no pudo más y nuestros cuerpos tampoco, pero ahora, frente a frente, algo cambia. Niño malo, por qué te ocultas? Niño malo, ella es como tú, no le teme a nada, siempre va al frente sin importarle con que chocará y dime ahora...dónde estás? Ha huido inmediatamente cuando se ha dado cuenta que, a diferencia de él, no tiene un lado opuesto. Aquel polo donde puede ir a cargar energías para una nueva embestida. Ella no, ella es solamente mala y traviesa y perversa, y su aparente inocencia sólo es un disfraz para engañar a sus presas. Algo cambia he dicho y eso no es todo. Cambia también su apariencia, no parece la mujer que se desnuda frente a la cámara en madrugadas vaporosas. No es la misma que escribe bajo su ropa interior mensajes ocultos para ti. Ahora es casi una adolescente. No puedo adivinar su edad, tampoco quiero saberla, pero estoy seguro de que mintió al decir que tenía 20 años. <div><br /></div><div>Su sonrisa ha originado que el niño malo huya despavorido. El reemplazo natural es el niño bueno que ha quedado desbaratado cuando ha visto que sus labios se han despertado al mirarlo y dibujan una U ligeramente inclinada a la izquierda. Sus ojos, vestidos de inocencia miran hacia abajo y luego hacia arriba para fulminar al niño bueno. Y ahora qué vas a hacer niño bueno? Mirar el escote y salivar no es una buena idea.</div><div><br /></div><div>-Hola, qué tal?- dice el niño bueno visiblemente nervioso y estampa un beso en la mejilla de ella.</div><div>-Hola. Con mucho frío por tu culpa. Estuve esperando media hora- dice ella con una molestia fingida.</div><div><br /></div><div>Ella no tiembla a pesar del escote que se prolonga a profundidades aún no descubiertas...aún. El frío es un pretexto, una estrategia, pero el niño bueno no se atreve a decirle "¿Quieres mi casaca?" Se sienta y conversan un rato. No sabe cómo pero aquella persona le inspira confianza y lo ha hecho hablar naturalmente, sin disfuerzos, sin detenerse un momento a pensar en el próximo tema de conversación. Todo fluye y el niño bueno le ha dicho que sería buena idea caminar, encender un cigarrillo y dejar que sus pasos los lleven a cualquier lugar. </div><div><br /></div><div>El niño malo sólo se asoma cuando ella no lo mira y está entusiasmada contándole sus planes futuros mirando a la nada. Sabe o cree que sólo es una estrategia, pero es peor aún. Ella es así, es por naturaleza una cazadora y aún no lo ha descubierto...o tal vez sí? El niño bueno se siente bien a su lado y sin darse cuenta han llegado al malecón. </div><div><br /></div><div>-Quiero ver el mar mientra fumo un cigarro- dice la niña que no es buena ni mala y las dos a la vez. </div><div><br /></div><div>Él va sumiso y no lo siente, pero ha empezado a crecerle una cola muy delgada, unas pequeñas orejas puntiagudas y se le ha antojado un roquefort. Tampoco lo sabe, pero aquel cigarro no lo es. El papel es en realidad plata y oro combinados en una flauta que con cada aparente bocanada de humo, despide un sonido que lo atrapa y arrastra hacia donde ella lo indique. </div><div><br /></div><div>Ella no necesita de todo aquello. Le basta con ser ella. Sabe que tiene el poder y para asegurarse descubre un poco más sus pechos y admira su escote. </div><div><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-25318531494825255462010-03-08T18:19:00.000-08:002010-03-08T18:44:59.245-08:00La niña niña mala mala ( Parte I)Y me cita en un parque. Dice que a las ocho de la noche y le digo que ya con voz de "ahí estaré" y cara de "ni cagando me aparezco". El celular hace posible que me responda con un "entonces nos vemos. Un beso". Frente a frente la reacción sería otra al ver mis muecas. Sea como fuere, no me gusta fallarle a la gente, aunque siempre lo hago. Pero el nuevo año llegó y también el propósito de quitarme esa mala costumbre. "Eres una falla" ya es demasiado usual en mis conversaciones. Desde la cama y mirando una polilla dando vueltas en la lámpara pienso que hacer y aún no lo sé. Espero una señal que siempre llega y cuando no, la busco hasta en el número de boleto de combi o en las formas juguetonas de las nubes que abundan en Lima. Esta vez encontré la señal en la polilla, que tras su fascinación por la luz ha dado una vuelta en U a mitad de su trayecto y se ha largado por la ventana. Ella se larga, yo también. Eso basta. <div><br /></div><div>Quince minutos para llegar y no la hago ni en taxi. El niño bueno quiere intentarlo y pagar lo necesario. El niño mala alega que espere, que ella llamó, que ella quiere verte...El niño malo y el lado más codo del niño bueno ganan esta vez, paran la combi y se enrumban a algo. Y es algo porque no sabe lo que le esperará allá. No hay planes, todo se hace en el camino y el niño malo es un improvisador experto. El niño bueno está nervioso, siempre es así, con plan o sin plan no puede evitar que las rodillas le tiemblen. Lo usual es que el malo salga a su rescate, saque un pucho y esconda el nerviosismo entre el índice y el dedo medio. </div><div><br /></div><div>A medio camino otra llamada y un "dónde estás". "En camino" digo y a continuación un "te llamo cuando llegue". Media hora de retraso y cuando llego doy vueltas y vueltas buscándola. Feel a love with a girl de The White Stripes resuena en mi bolsillo, contesto y "Mira detrás tuyo". </div><div><br /></div><div>Escote provocador y una sonrisa maliciosa al colgar. Al niño malo le ha encantado esa sonrisa. Es casi una niña pero esos ojos la delatan. También es una niña mala...pero su niña buena se ha perdido en el camino.</div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-83527173366261258582008-12-24T16:52:00.000-08:002008-12-24T17:26:00.788-08:00El inicio del fin? (Playa IV)El niño bueno aflora desde mis ojos hasta mis mejillas. Los veo fijamente, nos despego la mirada de ellos a pesar que las <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">lágrimas</span> me nublan un poco el panorama <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">arrecho</span> que se vive dentro del taxi de al lado. Ella tiene los ojos cerrados y su rostro delata que la mano que tiene entre los muslos no surte el efecto que espera Carlos. El viento sopla más fuerte en mi rostro dejando que me golpee y se lleve algunas <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_2">lágrimas</span>. De pronto se lleva un dedo a la mejilla, lo desliza hacia arriba y se seca lo que parece ser una <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_3">lágrima</span>. El carro se detiene. "Ya llegamos" dice el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Colo</span> mientras yo me seco la cara en la blusa de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Lorena</span>. Ella que no se ha dado cuenta de nada me dice que le gusta la manera en que froto mi rostro en su espalda. Voltea, le hago una mueca que llamo sonrisa y la oscuridad no deja que vea los rastros de tristeza.<br /><br />El niño malo también está afectado y por lo pronto se esconde bajo las piedras pequeñas que tiene la playa. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Lorena</span> no se despega de mi y se sienta a mi lado. "Me tocas algo?" pregunta con el doble sentido que tanto le gusta al que anda escondido. El niño bueno sabe que no podrá afrontar todo lo que ha traído esta noche y decide abrir la primera botella que tiene a la mano. Se va a emborrachar. Ya está decidido. El primer trago de a pico se desliza por mi garganta y el niño malo se asoma a ver que pasa allí arriba. Todos arman el usual círculo de ebrios y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Lore</span> me vuelve a preguntar: "Me tocas algo?" La miro tiernamente y le acomodo el cabello que le ha desordenado el viento. "<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Tocale</span> el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Coolo</span>" susurra el niño malo entre las piedras. Aquel primer trago le ha puesto un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">parchesito</span> al corazón del niño malo, se siente sano y se siente con fuerzas para dar sus primeros consejos. Al niño bueno el trago le ha dado la valentía de poner una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">piedrita</span> sobre la boca del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">malísimo</span> <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_13">dejándolo</span> sin voz ni voto.<br /><br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Paola</span> está frente a mi, algo seria y porque no...triste. No lo hago pensando en ella pero tomo del rostro a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Lore</span> y le doy un pico tierno. Acaricio su mejilla y saco mi guitarra de la funda.<br /><br />Las olas del mar rugen y los ojos de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">Paola</span> también. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">Sorry</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">Pao</span>...este juego se llama despecho.Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-91372002388137298702008-11-18T07:09:00.000-08:002008-11-18T08:21:05.317-08:00Taxi caliente (Playa III)No volteo, hago la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">finta</span> de quien sigue pensando y no ha sentido el pellizco y reflexiono si responderle de la misma forma es buena idea. Decido que lo mejor es dejarlo para más tarde cuando las sombras sean más oscuras y le den mayor libertad a mis manos.<br /><br />-Ahora se saluda así? -le digo mientras me sobo el poto con una mano y con la otra la abrazo para darle un beso.<br />-Así te saludo solo a ti -dice ella con un grado más de temperatura.<br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Jajaja</span> -me río y el niño que aún es bueno bajo la luz del poste mira hacia el piso y se siente ultrajado.<br /><br />Andamos juntos hasta el paradero por delante de todos lo demás. Yo camino callado buscando con la mirada a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Paola</span>. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Lorena</span> que es su mejor amiga se da cuenta y me dice que la olvide, que el pasado es pasado y que le ha contado que la tengo corta. Mi orgullo lastimado libera al niño malo que ya se está desajustando la correa aprovechando la penumbra que dan los arboles.<br /><br />-Quieres verla? -le pregunto con la mirada encendida.<br /><br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Lorena</span> voltea hacia mi <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">rápidamente</span> mientras su boca dibuja una "O" perfecta. Mis dedos rozan el cierre del pantalón, se acaba la fila de arboles y el niño bueno se pone <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">rojisimo</span>. Solo se me ocurre sacarme por completo la correa y decirle "mira, está bonita la correa, no?". <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Lorena</span> respira aliviada y me dice que sabía que no me atrevería.<br /><br />Nos repartimos en dos grupos de cinco, cada uno en un taxi y acordamos encontrarnos en el circuito de playas. Dejo mi guitarra en la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">maletera</span> junto con la mochila que hace <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">tilin</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">tilin</span> al menor movimiento. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Lorena</span> que se ha subido conmigo me dice que saque un trago y se sienta en mis piernas. "Sino no entramos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Martincito</span>", me dice inocente. Aquella avenida más que baches tiene <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_13">cráteres</span> y no dejan que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Lorenita</span> ponga el pico de la botella en entre sus labios. Cada bache la hace balancearse encima mio mientras agarra fuertemente la botella con las dos manos intentando <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">chuntarle</span> al agujero de su boca. La <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">putifalda</span> se le sube por momentos pero no intenta bajarla. "Para que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">Martincito</span> si tu eres un caballero y no vas a ver nada", me dice cuando con el pulgar y el <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_18">índice</span> intento acomodarla. Lo que sí veo es el escote que lleva, con la curiosidad de saber si es obra de un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">push</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">up</span> o del verano que hizo crecer todo. Mi mirada se desliza entre una curva sinuosa que se interrumpe por su blusa blanca, que poco a poco queda mojada por las gotas de alcohol que sus labios dejan escapar.<br /><br />Mi esquina del taxi arde mientras los demás conversan <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_21">haciéndose</span> los locos. Al día siguiente nos tildarán de calientes e inventarán cosas que nunca sucedieron. Lo usual. Lo que sí sucede es que los baches, el movimiento de cola de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">Lorena</span> y la oscuridad del taxi me han "levantado" el ánimo a punto de fricción, es el momento del niño malo, que sigue le sigue el ritmo a los baches con algo de exageración.<br /><br />-Ahora <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">dime</span>...le crees a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">Paola</span>? -le susurro al oído.<br />-Nunca me lo dijo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">Martincito</span>...<br /><br />El otro taxi pasa a nuestro lado y el alma y las ganas se me desvanecen cuando veo que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">Paola</span> anda en las mismas con Carlos.Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-28243993960709454482008-10-28T22:32:00.000-07:002008-10-28T23:18:20.655-07:00A punto de partir (Playa II)<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Pal</span> beso, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">pal</span> abrazo y por si acaso dice el niño malo mientras se pone perfume cuidadosamente en cada una de las zonas referidas e imaginadas. Los primeros guiños de la noche sin luna resplandecen en mi ventana avisándome que si llego cinco minutos tarde <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Pao</span> o <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Lore</span> tendrán ya las bocas ocupadas...por la conversa...obviamente, y como dijo el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Colo</span> no me quedará otra que chapar más que mi guitarra. Afortunadamente llego a tiempo y veo a las chicas, muy acorde al verano, con <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">putifaldas</span>. Han pasado varios meses desde que terminó el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">cole</span> y me doy cuenta que algunas chicas han crecido. Algunas de altura, otras de barriga, unas cuantas gratamente por zonas curvas que antes eran muy bien disimuladas por las faldas del colegio y dos que al parecer cambiaron sus sostenes por una talla más grande. Luego reflexiono y concluyo que aquellas cosas no pueden crecer tan rápido -bueno...hay métodos-. Intuyo que ahí hay trampa y me decido a quitarme la duda y quitarle a alguna de ellas el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">push</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">up</span> que creo utilizan.<br /><br />Saludo a todos, enciendo un cigarro y me largo con el Colorado a comprar el trago. Un pisco barato señor, que hoy quiero matar gente, le pasa por la cabeza al niño malo. El niño bueno más diplomático y menos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">bullangero</span> le dice al <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">viejito</span> de la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">licorería</span> que me despache un pisco. Que estoy bizco? me pregunta el viejo. No...no...y el Colorado irrumpe "dice que si usted era el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">profe</span> del Señor de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Sipán</span>?" Que qué? "Nada señor, que me de un pisco y un pan, la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">encaleta</span> el niño bueno.<br /><br />Regresamos con el pisco y el pan y en el parque ya se ha formado una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">manchita</span> de 8 personas entre hombres y mujeres. El perro como le llamamos al buen Javier, es el encargado de meter los tragos a su mochila. Meto el mio y veo que dentro brillan relucientes varias botellas con líquidos venenosos, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">catarquicos</span>, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_17">amnésicos</span> y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_18">anestésicos</span>. El interior de esa mochila parece anunciar una noche de perdición junto al mar, tal vez junto a ella, tal vez junto a mi guitarra y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_19">viéndola</span> partir con otro. Tal vez digo...y siento una mano en el culo.<br /><br />-En que andarás pensando <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">Martincito</span>?-me dice <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">Lorena</span> rematando el paleteo con un pellizco.Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-75259866826454441412008-09-22T11:13:00.001-07:002008-09-22T11:16:07.807-07:00Provocadora noticia (Playa I)Ha pasado unos meses desde que el cole ya no forma parte de mi rutina. La camisa firmada y los viejos cuadernos -adornados en las últimas páginas con dibujitos eróticos- duermen en un cajón relegado del armario. Ahora yo duermo hasta la hora que me de la gana luego de ver seriesitas eróticas. El colorado me ha avisado de un reencuentro de la gente y como siempre iré con la actitud del que no busca nada y encuentra mucho. En la playa, dice el colo, lleva tu guitarra porque eso es lo único que vas a agarrar esta noche, y suelta una carcajada maquiavelica que me hace alejar el fono de mi oído.<br /><br />Será una buena excusa para verla. La guitarra, el trago, el mar y un buen floro pueden tener el efecto de la mejor Yohimbina, irrumpe el niño malo. Lo último que supe de ella fue que había terminado con el pavazo de su enamorado y aprovechaba cada reencuentro para chaparse al primero que le dijera que estaba linda. Y si le decia que estaba linda, resplandeciente y etcetera, me daría alguito más? Solo me queda descubrirlo...si es que las circunstancias se confabulan en ese rincón de la Costa Verde. Iré tranquilo, tan solo con la tarea de ser el telón músical de los demás romances, aventuras y paleteadas.<br /><br />Me entero también por el Colorado que el reencuentro fue idea de Paola, pero que el lugar lo eligió Lorena, está riquísima esa ruquísima, agrega el Colo y haciendo sonido de succión de baba. El inusual lugar para el reencuentro me lleva a reflexionar y analizar, hasta concluir que simplemente lo eligió para variar el escenario de borracheras y agarres que al día siguiente nadie recuerda. El niño malo se apodera de mis cuerdas vocales y recordando el prontuario de Lorena le dice al Colo que está buscando tirar en un hotel mil estrellas llamado playa. Yo le daré el gusto, replica jadeante. Y por más que dije que iré en busca de nada, las tentaciones hacen su aparición en un entorno de lujuria recreado en mi mente.Unknownnoreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-39023255707558285312008-07-24T11:28:00.000-07:002008-09-22T11:12:54.520-07:002000 (Final)Sí, estoy listo digo. Y me doy cuenta que esas palabras se quedaron encerradas en mi mente, que nunca se convirtieron en aliento y que ella no las ha escuchado. Me he quedado paralizado, mirando la pared naranja de la casa de al frente. Mi cuerpo se tensa al punto que siento las hormigas del calambre subiendo por mi pierna, mi cuello, mis manos. Me devuelve el beso en la nuca que le di cuando subíamos las escaleras. El suyo sí que tiene un efecto poderosísimo en mi. Si bien no he suspirado, se me ha puesto la piel de gallina. Me pasa los dedos sutilmente por los brazos, sintiendo mis vellos aún consternados por el beso y decide hacer un experimento. Deja que mis vellos descansen y dos segundos después mi nuca se convierte en un juguete de su lengua. Debe saber que haciendo eso, no solo mis vellos son los que reaccionan.<br /><br />El niño malo da sus primeros pasos, deshaciendo la parálisis del niño bueno y se atreve a voltearse, dar la cara y abrazar contra su cuerpo a ella que lo mira sorprendida y pícara. Desde la calle alguien grita que somos uno mañosos de mierda, el que puede puede y el que no aplaude, le respondo. No hay cortinas que oculten nuestro deseo ni pudor que no deje disfrutarnos. Como un pescado con el anzuelo en la boca, ella me muerde los labios y me trae a su lado, a lo que yo respondo con otro mosdisco que le arranca un gemido. Como perros buscando el mejor lugar para tumbarse, damos vueltas por toda la habitación, dando tumbos contra las paredes y en cada uno nos vamos desahaciendo de nuestras vestiduras de colegio.<br /><br />Mis dedos aún inexpertos no pueden abrir su brasiere, y el beso que le he dado mientras lo hago se prolonga mucho. Una risa explota en la habitación y el niño bueno retorna a la escena. Ella mi me mira, me sonríe tiernamente, pone sus manos en sus espalda y en un segundo el brasiere forma parte del suelo. Me ayuda a quitarme la camisa, el cinturón, el pantalón y por último se voltea provocativamente dándome la cola y me pide amablemente que le baje el cierre de la falda. Mis manos temblorosas no dan con el cierre, ella me ayuda bajándolo y se queda en esa posición, esperando mi siguiente movimiento.<br /><br />La tomo de las caderas y mis manos sienten sus formas, formas curvas que activan el accionar del niño malo que baja la falda violentamente, descubriendo que ella solo usa tangas y que le queda muy bien. De reojo veo a mi izquierda la improvisada cama, ella lo nota y acomoda su figura sobre las frazadas. La veo echada, tanga blanca ocultando un sendero oscuro y sus brazos enlazados a su cuerpo sin dejar para mis ojos el deleite de sus pechos. Me tiende una mano la que acepto y veo horas después aún dentro de mi mano, tibia, durmiente.<br /><br />Y fue como la primera vez de todo, que emociona, que gusta, pero que con la práctica se va haciendo más interesante al descubrir poco a poco lugares donde la imaginación, el sentimiento y la pasión se fusionan en un solo cuerpo.Unknownnoreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-8215356922672366212008-07-16T10:13:00.000-07:002008-07-16T16:13:12.361-07:002000 (Parte II)Las cosas casi siempre son así para mi. Me porto bien con las chicas y me tratan <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">super</span> mal. Les hago mil perradas y me tratan como si fuera el más puro e inocente de los hombres sobre la faz de la tierra. Entender a las mujeres resulta un poco dificultoso, confuso, lo mejor es no tratar, simplemente quererlas y ya.<br /><br />Entonces estábamos casi en la puerta de la casa, yo ultra nervioso, ella ni idea. Yo mirándola como idiota, ella viendo el interior de la casa y paseando sus ojos en cada rincón, yo buscando en su mirada encontrarme al menos en algún rincón de sus ojos, ella tomándome la mano y diciéndome "¿donde?".<br /><br />Para el donde yo ya tenía preparada mi mochila, que esta vez no iba pesada por los libros y cuadernos. No, esta vez iba llena de 1.-botellas de agua (hay que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">hidratarse</span> entre "<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">dust</span>" y "<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">dust</span>") 2.-una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">frazadota</span> (porque el segundo piso de aquella casa media abandonada no tenía mueble alguno) 3.-condones (mejor prevenir que lamentar) y 4.- no me acuerdo.<br /><br />(Para este momento de la narración, ya no sé si seguir contando en presente como usualmente hago en este blog o en pasado, creo que es lo de menos no? Sigamos en presente.)<br /><br />Cada escalón siente como mis pies avanzan temblando temerosos, emocionados y excitados. Subo pegado a ella, abrazándola por detrás, y así como los escalones me sintieron, ella también lo hace. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Jajaja</span>, ríe y me pasa la mano por la pierna, a lo que respondo con un beso en la nuca que la deja callada y le arranca un suspiro grato y tibio.<br /><br />Abro la puerta de la habitación y está todo vacío. Solo la luz de la media tarde entra por la ventana sin cortinas. "¿Acá?" me dice con voz de decepción. Sí, acá le digo mientras voy sacando los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">implementos</span> de la mochila bajo su atenta mirada. No se puede explicar como puede salir tanto de una mochila tan pequeña. "¿Mejor traías tu cama no? <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Jajaja</span>" La frazada tendida en el suelo se apresta a recibirnos. Me acercó a la ventana y veo que el cielo sigue gris, sin esperanza de sol, sin esperar a la lluvia, el cielo de Lima no quiere nada y tengo miedo que ella tampoco, no ha respondido como esperaba a mis embestidas.<br /><br />Aún es temprano me dice la tarde a través de la ventana. Cuando menos lo espero siento sus manos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">rodeandome</span> y su labios susurrando un:<br />-¿Estás listo?Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-8751641495890780202008-07-08T21:02:00.000-07:002008-07-10T11:19:40.828-07:002000 (Parte I)El camino es largo, promedio una hora en carro. Conforme las llantas del carro avanzan dejando tiempo y camino detrás, mis nervios ganan en intensidad alentados por lo que pasará. Veo por el vidrio de la ventana la Lima de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Salazar</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Bondy</span>, no podría ser otra. Toneladas de cemento sobre desierto. También veo su perfil, y veo sus ojos mirando todo y nada a través de la ventana, pensando quien sabe qué. ¿Estará nerviosa también? No lo sé. Sacude su marasmo y me da una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">miradita</span>, luego una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">sonrisota</span> y concluyo que la quiero. Soy un imbécil digo para mis adentros y se me desdibuja la sonrisa que me regaló la suya. Y mientras trato de mantener los labios en forma de "u" pienso que ella no es ella, que solo es así cuando está conmigo y después...después...prefiero no pensar y concentrarme en mi sonrisa.<br /><br />A diez minutos de mi primera vez ella me toma la mano y me hace una mueca que traducida y decodificada significa ¿cuánto falta? Poco, casi nada, le digo, y veo nuestras manos juntas y cerradas en un puño sobre mi uniforme de colegio. Su blusa blanca deja entrever su pecho <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_4">inflándose</span> enorme cada vez que respira y su piel sin contrastes bajo el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">brassiere</span> blanco, piel que dentro de un momento estará marcada por mis labios y mis labios que se llevarán el perfume de su piel.<br /><br />Hemos llegado. Bajamos del bus y tomados de la mano por las calles, avanzamos con la certeza de saber a donde vamos, a que vamos, pero en mi caso ignorante de como hacer a lo que vamos. Una anciana pasa a nuestro lado, mira con dificultad su reloj y se da cuenta que a esta hora deberíamos estar en clase de geografía. Sí señora, le prometo aprender de memoria sobre regiones cálidas y frías, de lunares como islas entre las olas feroces de su cuerpo y de oasis lo suficientemente generosos para calmar mi sed. Sí señora, lo haré.<br /><br />No decimos nada mientras caminamos, solo nos miramos ocasionalmente para <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">sonreírnos</span> nerviosos y coquetos, cada uno en lo suyo. La casa está a menos de una cuadra y mi corazón me hace <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">toc</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">toc</span> en el pecho.<br /><br />-¿Qué pasa?<br />-Tú sabes como es ella, no te enamores sino quieres fregarte.<br />-Muy tarde bobo, muy tarde.Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-80401961066495052592008-06-27T19:12:00.000-07:002008-06-27T21:13:31.760-07:00Boquita de caramelo (Verbena-Final)Al parecer me he quedado sin niña buena y niña mala casi al mismo tiempo y tan solo me queda vagar un poco para relajar los músculos después de tanto golpe. Saco un pucho para que me acompañe por los oscuros rincones de la u, el sonido de la guitarra se va haciendo agónico y lo reemplazan los grillos alborotados. A mi paso veo al primer caído de la noche durmiendo junto a un árbol previamente "regado". Boca abierta, brazos extendidos y con el polo mojado -no sé si por la humedad del parque o por la respectiva "regada de árbol"- duerme <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">plácidamente</span> ignorante que dentro de un par de horas lo sorprenderá el amanecer y los guardianes de la universidad.<br /><br />La facultad de <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">Ingeniería</span> Geográfica anda más oscura que nunca y por lo tanto más intrigante. Tengo una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">pavita</span> la cual saco de la billetera para fumarla viendo las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">fucking</span> nubes del cielo limeño. Sentado y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">comodamente</span> instalado en una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">banquita</span> y listo para darle la primera pitada a mi pava, escucho ruidos raros. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Mmmm</span>...eso fue un jadeo? eso fue un "más <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">papi</span>"? No, no, debe ser mi mente cochina y cochambrosa. "<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Ohhhh</span>". Mi mente no es tan <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">pendeja</span> para alucinarse un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">ohhhh</span>, tengo que ir a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">chekar</span>.<br /><br />Los sonidos provienen del baño de hombres que milagrosamente anda pulcro. Mido mis pisadas, me acerco sigilosamente...y ahí están. Ella le esta lamiendo el cuello disfrazada de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">vampireza</span>, ocultandome su indentidad. Su mano aferrada a cierta prolongación de la anatomía de su compañero de noche y de baño, delata su entusiasmo por empezar ya, ahora mismo. Porque aún con la boca en su cuello, se las arregla para ir desabrochando el botón de su <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">jean</span>. Mi curiosidad/morbosidad me ha hecho meter la cabeza más de la cuenta y el tipo ha estado a punto de verme. Cuando vuelvo a la carga y asomo una vez más la cabeza, encuentro a una tipa <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">conocidisima</span> agachada, a punto de llevarse a la boca algo que ella mira como golosina.<br /><br />-Niña mala????????? - digo para mis adentros y con la boca abierta.<br /><br />Ya me ha visto y me ha dicho algo que no he podido entender. "No se habla con la boca llena" le digo y salgo corriendo y ca(g)<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">andome</span> de la risa.Unknownnoreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-36476465249933496032008-06-16T16:14:00.000-07:002008-06-20T10:42:05.619-07:00On ta? (Verbena parteV)Sucede que las cosas más inesperadas son las que me terminan salvando el pellejo. Eso es lo que acaba de pasar, porque la flaca Carla me ha llevado hacia el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">pogo</span> al pie del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">escenarioy</span> no tengo opción de escapatoria. No sé si lo ha hecho con consciente intención, solo sé que me ha tomado del pescuezo en el preciso instante en que la tentación estaba al 100% y en los labios de la niña mala. ¿Agradezco o maldigo? Sea como fuere, sigo saltando recibiendo codazos, patadas y uno que otro cabezazo. No me quedo atrás y decido estrenar mis tabas hundiéndolas en algún culo. Toma, toma, toma, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">sobate</span>...digo mientras todos cantan, gritan y permanecen ignorantes de lo que digo y lo que hago. Mis pies vuelan entre la multitud, mis codos impactan en cuellos y espaldas, el trago no me deja sentir los golpes que recibo y me parece una excelente terapia de descarga de ira. La flaca Carla está en el suelo, gateando entre las piernas danzantes, la borrachera aun le dura y hace mil gestos a la gente a su alrededor, aunque nadie le haga el menor caso.<br /><br />-¿Qué pasó flaca? ¿Qué haces en el suelo? -le pregunto ayudándola a pararse.<br />-Un imbécil me ha metido una patada en el culo, pero con unas ganas...como si me odiara -me cuenta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">sobandose</span> el poto.<br />-Ah....eh...sí, es un maldito.<br />-Te juro que si lo veo, lo mato. Le dejo mi taba metida por siempre y para siempre.<br /><br />Antes que se de cuenta que tengo estampada la marca de su trasero en mi zapato, me retiro ofreciéndole llevarla otra vez al grupo. De regreso y menos ebrio y menos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">stone</span>, reparo en que la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">malisima</span> de mi niña ha desaparecido.<br /><br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">On</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">tá</span>?<br />-Fugo con un pata.<br /><br />Era de esperarse de la niña malaUnknownnoreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-28158091722202480992008-06-08T11:07:00.000-07:002008-06-08T12:34:30.451-07:00Ajena (Verbena parte IV)No sé cuanto tiempo pasé parado allí, medio tambaleándome y turnando miradas entre el escenario y la niña mala. Para cuando algunas de mis neuronas retornaron de su viaje astral, alcancé a ver a la niña mala menos difusa que antes y moviendo cadenciosamente las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">caderitas</span>. La canción que logró tal proeza era ese merengue pegajoso llamado "Ajena". Ahora sigue <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">meneándose</span> y acaba de mandarme un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">besito</span>. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Muaaa</span>...y se pone el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">besito</span> en los dedos y lo manda a volar de un soplido. Cual avión imaginario surca el aire haciendo piruetas. Centímetros antes de llegar a mis labios lo atrapo entre mis dedos y decido guardarlo por sí me hace falta más tarde. La niña mala me jala de la mano y me hace mover los pies <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">descordinadamente</span> muy a mi estilo. Las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">chelas</span> han funcionado como aceite entre mis articulaciones y me permiten seguirle el ritmo.<br /><br />"Ajena...tú eres ajena...", repito mientras nos miramos a los ojos. Escucho un cuchicheo entre una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">parejita</span> de amigos que bailan a nuestro lado. "Ese <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">won</span> quiere estar con ___ pero agarra con ___, pendejo de mela" intuyo que dicen. No le doy importancia, ellos no saben las circunstancias de las situación, ellos no saben que la carne es débil, y tampoco saben que según <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Maquiavelo</span> el fin justifica los medios.<br /><br />Acostumbro a bailar <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">pegadito</span>, no tanto por razones en las que la lujuria se luce, sino para ocultar mi falta de destreza en el baile. Mano en la cintura, otra tomando su mano, nos vamos acercando cada vez más un poco más. Mis manos inquietas tientan una estrechada de nalgas antes que un beso. Me da un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">golpecito</span> en la mano y me la pone en su cintura. Se pega un poco más a mi y esto ya parece <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">lambada</span>. Un beso en la mejilla es el primer paso que marcan sus labios en mi rostro. El sendero se dirige hasta mi boca y los murmullos se hacen cada vez más persistentes. Mi deteriorada imagen está a punto de caer a su punto más bajo, por lo que decido darle un beso en la frente a la niña mala y callar todas esas voces malintencionadas y ciertas. Cuando las miradas se han alejado de nosotros y la niña mala aún no se explica que ha pasado y porque lo he hecho, aprovecho para meter mi mano en su bolsillo trasero y dejarla reposando en la curvatura de su anatomía.Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-70638624709261754132008-06-03T23:30:00.000-07:002008-06-05T22:13:21.194-07:00Stone (Verbena parte III)Un cigarro se acerca copiosamente a mi boca una y otra vez. La sed empieza a hacerse sentir en mi garganta ya muy seca y no sé si es una alucinación pero la niña buena ha pasado por mi lado, me ha mirado, y se ha reído, hoy el cielo y la tierra me sonríen, hoy...dejemos a Becquer tranquilo en su tumba y sigamos. Y sí, me ha mirado. Una leve sonrisa asomó bajo sus dedos nerviosos queriéndola ocultar, pero una luz silenciosa -ahora dejemos tranquilo a Raygadas- se ha filtrado entre su índice y pulgar y la ha delatado. No, no es una alucinación, el codo de Luis en mi barriga me ha dicho que no. Nos miramos y nos ca(g)amos de risa una vez más. Termino de reír y la niña buena ha desaparecido, solo queda la estela de su sonrisa en el aire. A mi diestra veo que la niña buena ha tomado su posición dentro de su grupo de amigas, una botella de algún liquido alcohólico-venenoso resplandece entre la oscuridad y llega de la mano de un tipo que le sonríe coquetamente a mi niña buena, y ella es buena y como toda mujer también coqueta. Los celos se me confunden entre el alcohol y la hierba, me enervo y me vuelvo a calmar instantáneamente cuando a mi siniestra la niña mala me hace una seña de ven.<br /><br />Obediente voy a su encuentro y jalo a Luis para hacerle frente a la posible recaída en los mares de la tentación. Me saluda con un beso en la mejilla y una mano en el hombro. Toda ella expide aroma a tabaco, alcohol y lujuria, lo último tal vez solo se encuentre en mi mente producida por alguna sustancia consumida en pipa.<br /><br />-Estás chinazo...Martincito. Tan temprano? - me dice con su típica sonrisa y ademanes decorativos.<br />-Ja...ja...ja - se le escapa inconscientemente a Luis que ni cuenta se ha dado que ha balbuceado una risa.<br />-Una vez al año no hace daño, no? - digo relajadísimo y con cara de pícaro.<br />-Invitar tampoco hace daño, Martincito, que mal ah.<br />-Me pasaste la voz tarde ps, ____.<br />-Oe...hay dos escenarios, no? Pero por qué tocan los mismos? -dice Luis casi con los ojos cerrados.<br />-Onde?- decimos a duo yo y la niña mala.<br />-Adelante y atrás ps...- dice Luis volteando la cabeza como Linda Blair en el exorcista.<br /><br />Nos reímos un rato los tres y luego la niña mala me recuerda la vez que le conté que hice carrera con mi sombra, y claro...perdí.Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-6482963792918988032008-05-28T15:49:00.000-07:002008-05-28T18:41:30.494-07:00Niño malo malo malo (Verbena parte II)Media nalga adormecida y una raya casi inexistente por pasar tres horas sentado es el saldo al final de la clase. El consuelo se encuentra aún algo lejos, pero los primeros acordes se escuchan y guardan la esperanza de recuperar mi raya en las siguientes horas, y tal vez la sorpresa de iniciar algo con la niña buena. Lo último que supe de la buenísima fue de boca de la niña mala. Que pregunta por mi, que me echa miradas, pero yo aún no me he enterado de nada. Si paso por su lado solo se hace presente la indiferencia que detecto renuente en ella. No suelo ser el tonto feliz que se lanza a la piscina si esta carece de líquido elemento, y la única capaz de comprobar si al final de la piscina , entre el cloro y el floro, existe algo llamado amor, cariño, simpatía, no sé, es la niña mala. Por todo lo antes relatado, estas dos muchachas tendrán que seguir juntas por el bien de este novel triangulo amoroso-aventurero, que por el momento funciona bien para las tres partes, o al menos eso creo.<br /><br />La entrada a la facultad ya huele a alcohol y cigarros, lo usual en una noche de verbena, abundan escotes y faldas a pesar del frío cotidiano. Lo inusual es no ver a ninguna de las niñas por los alrededores. No me preocupo y me limito a pensar que ya las veré y que por ahora la prioridad la tienen el trago, mis amigos y tal vez quizá no sé algún cigarrillo chistoso. Y ahí están los usuales ebrios y ebrias muy buena onda todos, esperando que el grupo siga creciendo al igual que el porcentaje de alcohol disponible para la noche. Ahora...allí estamos, en el centro de la explanada y frente al escenario. Unos desconocidos con harta pose empiezan a tocar un cover de Héroes del Silencio, yo me mantengo indiferente a todo, mi habitual reacción al vientecillo frío. Trago en la mano, un pucho en la otra, frío en el rostro y miedo en las rodillas que tiemblan mitad del frío mitad de nervios, miro de un lado a otro mientras Javier me cuenta algo abriendo la boca enorme. El ruido de los poseros es altísimo y solo veo la boca de Javier abriéndose y cerrándose sin emitir sonido alguno. Mi sordera y mis ansias por buscar a las niñas, me tienen cinco minutos asintiendo con la cabeza todo lo que dice Javier.<br /><br />Cuellar me baja de mi nube gris cuando se acerca y me dice caleta al oído que su amigo de sociales tiene una pipa y no quiere fumar solo. Yo y Luis vamos al encuentro del popular Tidrox, que tiene una cuestión en la cabeza que no tengo la menor idea como se llama pero que tiene los colores rastas, debajo del gorrito bultoso hartos dreads y como sombra de su mirada unas ojeras inmensas y azules. Alejándonos de la bulla y las personas, la pipa se enciende y un aroma hipnótico se apodera de la noche. Luego de unas vueltas y pitadas, regresamos los tres riendo y chinazos, las miradas inquisitivas no tardan en llegar, mis ojos que no tardan en tomar una coloración rojiza les devuelve la mirada y me ca(g)o de risa en sus caras. Vuelvo a tomar mi posición dentro del grupo. Trago, cigarro y miradas de izquierda a derecha. A la izquierda veo a la niña mala y un grupo de amigas de la facu. A la derecha a la niña buena con amigas a las que he visto pero no conozco. Al parecer la pitada me ha ampliado el panorama y he descubierto que allí a mi lado, antes oculto por cordura, estaba mi destino. Ahora solo queda decidir el rumbo a seguir.<br />Esta noche no hay cabida para el niño bueno. Ese tipo se ha quedado en su casa sin prestarle un poquito de conciencia al niño malo, que para esta noche inexorablemente dejará arrastrarse por el rumbo de los acontecimientos.Unknownnoreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-17591378871268658772008-05-23T20:50:00.000-07:002008-05-23T22:44:00.635-07:00Niña buena y niña mala son amigas (Verbena parte I)Hoy se cumple una semana del lujurioso affair con la niña mala. Fue luego de que chelas, rones, vinos y demás tragos de sospechoso precio y dudosa procedencia atravesarán mi garganta. Luego de risas, vómito, una cabeceadita con el vaso en la mano, y más risas sin sentido, porque de borracho las carcajadas son como el Orinoco, osea que tu no sabes y yo tampoco. Y fue contra un muro, amparándonos en la oscuridad de la noche y las sombras de los arboles. Y sí, una semana ha pasado y sin embargo las huellas del paso de ese huracán llamado niña mala siguen adornando mi cuello. El clima se ha apiadado de mi y me permite andar super abrigado con casacas que cierro a la altura del cuello. Solo es altamente perceptible mi tembladera post trago y que me ha durado dos días. Hoy completamente desintoxicado he decidido que me toca otra dosis de benévolo veneno, lubricante social o llamemoslo simplemente trago, y tal vez quizás no sé, alguna sustancia alucinógena.<br /><br />Esta vez la excusa es la verbena de mi Facu. Ocasión que me permitirá tal vez, matar dos pájaros de un tiro. Emborracharme y luego bien sazonado atreverme a hablarle a la niña buena, que dicho sea de paso es amiga de la niña mala, la que supuestamente tiene que hacerme el bajo con ella, pero que lamentablemente cada vez que nos juntamos para hablar sobre el asunto en cuestión terminamos con la cuestión en el asunto, y esa no es la idea. Por eso he decidido prescindir de los servicios de la niña mala y buscar algo de valentía en unos cuantos litros de alcohol, buscando se encuentra. Ya es de noche, he salido de la Facu y la distorsión de una guitarra desafinada me anuncia que la verbena y mi aventura/desventura ha comenzado.Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-40049546925140510442008-05-09T11:09:00.000-07:002008-05-09T22:45:03.467-07:00CarameloLa <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">golosísima</span> de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Karen</span> se ha tragado todo el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Snickers</span> y ahora va en busca de algo que aplaque su apetito hormonal. Las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">miraditas</span> que me ha dado mientras jugaba con el chocolate, primero <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">sacandole</span> la envoltura, luego <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">poniendoselo</span> entre los labios y por último <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">dandole</span> una buena mordida que no se porque me dolió en...el alma, la delatan completamente. Ahora le da una última mordida y el respectivo saboreo con la lengua al chocolate que ha quedado entre sus labios "Qué coqueta", piensa el niño bueno. "Es una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">bandidaza</span>" contradice el niño malo. Al final se ponen de acuerdo y deciden que quiere y espera algo más que otro chocolate.<br /><br />-Hay que darle lo que se merece, fíjate como se ha esforzado toda la noche, juntado entre sus brazos lo que no tiene, sacando <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">pechito</span> de su imaginación, comiéndose el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Snickers</span> de forma traviesa- postula el niño malo, que por el momento solo puede influir y no actuar.<br />-Está borracha. Y así no es pues. Si va pasar algo, que este sana y cuerda. No quiero que mañana se arrepienta de lo que puede pasar esta noche- balbucea el niño bueno.<br />-Anda <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">won</span>, no ves que se te está regalando. Después no te quiero ver hurgando en Cholotube<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11"></span> por calentón. Yo sé que le tienes harto cariño a Manuela Pajares Palma, pero ya pues, la oportunidad la tienes aquí y ahora- contraataca el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">malísimo</span>.<br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Naaa</span>...está ebria, y a mi ya se me pasó lo borracho por tu culpa.<br />-Eso era harina imbécil, nos estafaron.<br />-Ya. La cuestión es que yo decido que no va a pasar nada.<br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Jajaja</span>, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">díselo</span> a ella. Al final, ella decide.<br /><br />Y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">Karen</span> que se ha pasado bizca 2 minutos mirando una conversación conmigo mismo, ampliamente valedera para llevarme al manicomio, me toma del brazo y me arrastra a una habitación pequeña donde guardan las escobas, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">trapeadores</span> y etc. La oscuridad profunda penetra y cubre cada rincón de la habitación que expide un olor mezcla de cera, desinfectante de pino y lejía. Y como no, a harta <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">feromona</span>. De pronto escucho al General -el cantante- en boca de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">Karen</span> que me suelta un..."Te voy a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">ponel</span> a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">gozal</span>..." y me da un empujón contra la puerta que sacude de su letargo al niño malo. Le contesto con una del General también y le digo..."Muevelo...muevelo...que sabroso...muevelo...muevelo...como lo hace..." El niño malo está a punto de sacar "El <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">Chuculún</span>" de mi garganta, pero lo detengo a tiempo y desde ese momento todo se vuelve confuso, recuerdo que cantamos "Caramelo" -el caramelo, a todas las mujeres les gusta el caramelo- luego "Rica y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">apretadita</span>" y para finalizar a pedido de ella "Hacer el amor con ocho...nooo...nooo...nooo"<br /><br />Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.<br />Antes que se ponga "más" faltoso...Máaaaaas? Sí, más.Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-74731622404816618882008-04-24T09:12:00.000-07:002008-04-24T10:23:07.514-07:00Dirty MindUn tercer niño hace su aparición esa noche, o tal vez sea el niño malo que se ha apoderado de cierta porción de mi anatomía. Lo cierto es que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Karen</span> lo ha confundido con la hebilla de mi correa y el niño bueno se ha puesto nervioso y algo gustoso también.<br /><br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Ah</span>...no es tu correa, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Martincito</span>? - me dice <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Karen</span> con los ojos encendidos- ¿Qué será entonces?<br />-Es algo que te puede hacer feliz -le respondo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">super</span> inocente.<br />-Si?<br />-Es algo que te gustaría probar.<br />-Si...?<br />-Es algo que le encanta y fascina a todas las mujeres y a algunos hombres también.<br />-Oh...sí...perdón...¿Sí?<br />-Sí. Te lo muestro pero con una condición, solo puedes mirar, no tocar.<br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Ah</span> claro, que me crees? Solo lo veo y ya. Pero ¿aquí?<br />-Claro, normal, no pasa nada. Pero que no vea el Chino que él también me lo estaba pidiendo.<br />-¿Qué? Ustedes son bien enfermos no?<br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Jajajaja</span>...a él es al que le gusta, yo lo tengo porque en fin, mi mamá me lo regaló. Ya te dije...solo mirar- le digo mientras lo busco.<br /><br />Lo saco y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Karen</span> ensaya una mueca de confusión y decepción. Igual lo toma, lo muerde y me lo devuelve.<br /><br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Riquísimo</span>...me encanta el maní-dice golosa.<br />-Si quieres <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">cometelo</span> todo, no me gusta el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">Snickers</span>.<br /><br />Y un chocolate en el bolsillo mantiene al niño bueno alejado del pecado, al menos por el momento. ¿Y el tercer niño? Resentido y expectante.Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-65881514647247609872008-04-15T08:59:00.000-07:002008-04-15T10:03:54.238-07:00Guantamera...Guajira...Guantanamera...Luego de más tragos de los necesarios. Luego de ver y echar baba por el escote de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Vanessa</span>. Y luego que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Karen</span> me comunique con la mirada que sus <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">volcancitos</span> necesitan <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">erupcionar</span> de una vez y me clave un "ya pues, no te hagas el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">zonzo</span>", no tengo la menor idea de como reaccionar. Mi lado <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">pendejeril</span> sigue en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">shock</span>, pero al ver que sobre la blusa algo comienza a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">erupcionar</span> y que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Karen</span> anda <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_9">mordiéndose</span> el labio inferior <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">impulsivamente</span> como queriendo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">arrancarselo</span>, el niño bueno no necesita pensar nada, simplemente darle rienda suelta a sus más bajos instintos, a su modo claro.<br /><br />-Te pica la <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">boquita</span>- es la primera estupidez que le digo.<br />-Jajaja...mmm...sí...me pica, me <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">picaaaaa</span>...<br /><br />La examino. Por aquí, por allá, más allá también. Sigue <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_14">comiéndose</span> la boca. Ojos <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_15">semi cerrados</span> como si estuviera disfrutando algo...<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">mmm</span>. A ver, que más....mmm...los brazos apretando sus <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">pechitos</span>...haciendo fuerza para que se vean lo más <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">grandecitos</span> y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">juntitos</span> que se pueda...lástima, la naturaleza le puso dos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">piedritas</span> en los pechos...y ahora se ha llevado una manito al cabello y juega con el, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_21">haciéndose</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">rulitos</span>. Diagnostico doctor? <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">Ah</span> pues...si te canto...aGUANTAnamera...Guajira...aGUANTAmanera...te enteras?...y decías que...<br /><br />-...yo era el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">arriolón</span> no? - pienso en voz alta, me doy cuenta y me atoro con el trago.<br />-¿Qué dices? Oye...ten cuidado.<br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">Sorry</span>, no quise decir eso.<br />-Que tengas cuidado con el trago <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">Martincito</span>, pero qué me dijiste? no te escuché?<br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_27">Ah</span>...nada nada..que el trago me ha puesto mal.<br />-<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_28">Uyyy</span>...<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">Martincito</span>, porque tomas tanto pues? Yo te voy a cuidar, te voy a abrazar, te voy a...<br /><br />Sí...<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_30">cambiame</span> el pañal, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">echame</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_32">talquito</span>, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_33">dame</span> pecho, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_34">sacame</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_35">chanchito</span>...<br /><br />-Lo que tu quieras, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_36">mamacitaaa</span>...- <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_37">caracho</span>, me voy a poner bozal cuando piense.<br />-¿Que qué?<br />-Que necesito el abrazo, eso..un abrazo.<br />-Claro que sí, te lo doy...<br /><br />Y cuando abro los brazos para recibir los suyos, me encuentro con su espalda y esa <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_38">curvita</span> trasera que ella le dice poto, pero que siempre he pensando que se le olvida en casa. Se apoya en mi, pasa mis manos por su abdomen y me hace abrazarla fuerte.<br /><br />-Martín, la hebilla de tu correa me molesta en la espalda.<br />-Eh...esteee...no es la hebilla.Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7195580388911962565.post-4716836255449665322008-04-03T21:02:00.001-07:002008-04-15T08:57:48.018-07:00Niño bueno necesita a niño malo<div xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml"><span style="font-family:arial;">Corroboran mi inocencia ante su comprobada locura y me meto como pericote asustado de nuevo a la casa. Busco un paliativo para la locura desatada minutos antes y lo encuentro burbujeante y en copa de cristal. Mientras las burbujas nadan presurosas por mi sangre hacia mi cerebro que yace ya algo embrutecido, veo de reojo el escote de Vanessa, que con el correr de la noche se ha puesto profunda( el escote, no Vanessa) Matilde anda en una esquina en pleno agarre con el Chino que a sus inocentes dieciseis todavía no se decide si ponerle o no la mano en el culo a Matilde. Ella es inocente la mayoría de las horas del día, ya es madrugada y los tragos le han provocado que una mano le apriete amablemente la cola. En la otra esquina, cual ring de box, con cincuenta kilogramos de peso está Vanessa, campeona peso pluma de la indiferencia. Y a su costado yo mirando caletamente su profundidad, esperando algo, que la providencia inunde la esquina mia y suya con alguna leve coquetería, por lo menos, o que el vaso con vino que lleva en la mano surta con efecto motivador. El trago no ha vuelto a actuar con la misma fuerza desde que la locuaz prima de Cinthia me acuso de violín, y que para mi buena suerte me encontraron en la puerta sin antifaz de niño malo, porque de niño malo la cara de pervertido es inevitable. Estoy borracho, pero la valentía se me ahogó en el vaso al parecer. Cuando pienso que hoy solo me tocará hacerla de voyeurista, Karen aparece con el cabello mojado y carita de bandida. El niño malo anda aún con los síntomas post-traumaticos y no se atreve ni piensa aparecer durante el resto de la fiesta, así que estoy destinado a la indiferencia femenina a la que el niño bueno anda acostumbrado. A veces, solo a veces encuentro aquella muchacha de generosa debilidad para con los niños buenos. Aprovechate de mi, azotame, rape me rape me, le digo con una mirada disfrazada de ternura y trasfondo cochambroso. Karen lee mi mirada y encuentra en el fondo...bien en el fondo al niño malo que le gusta y necesita.<br /><br />-Martincito, que haces acá solito? Sigues asustado por la loca esa?<br />-Algo... - y le doy un sorbito a mi copita.<br />-Ves...lo que te pasa por arriolón - me dice apretandome el cachetito.<br />-Nada de arriolón, estaba conversando nada más y luego me soltó todo su rollo de violador...violador...pero ya fue psss...<br />-Esa cara yo también la he visto ah, cuando llegaste y le viste las tetas a Vanessa.<br />-Jajaja...mmm - solo me queda reír porque es verdad.<br />-Y a mi porque no me miras? O acaso te parezco fea? - y junta sus brazitos haciendo resaltar sus volcancitos sin erupcionar.<br /><br />Mi mente se pone en blanco, el niño malo me borró el cassette y meto el rabo entre las piernas.<br /><br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com5