Quince minutos para llegar y no la hago ni en taxi. El niño bueno quiere intentarlo y pagar lo necesario. El niño mala alega que espere, que ella llamó, que ella quiere verte...El niño malo y el lado más codo del niño bueno ganan esta vez, paran la combi y se enrumban a algo. Y es algo porque no sabe lo que le esperará allá. No hay planes, todo se hace en el camino y el niño malo es un improvisador experto. El niño bueno está nervioso, siempre es así, con plan o sin plan no puede evitar que las rodillas le tiemblen. Lo usual es que el malo salga a su rescate, saque un pucho y esconda el nerviosismo entre el índice y el dedo medio.
A medio camino otra llamada y un "dónde estás". "En camino" digo y a continuación un "te llamo cuando llegue". Media hora de retraso y cuando llego doy vueltas y vueltas buscándola. Feel a love with a girl de The White Stripes resuena en mi bolsillo, contesto y "Mira detrás tuyo".
Escote provocador y una sonrisa maliciosa al colgar. Al niño malo le ha encantado esa sonrisa. Es casi una niña pero esos ojos la delatan. También es una niña mala...pero su niña buena se ha perdido en el camino.
3 comentarios:
Mis felicitaciones Sr. Balbuena, qué poder para describir y narrar, jajaja, buena historia, me gustó lo de la "polilla", jajaja. Saludos.
me gusta mucho que cuentes lo que tal vez nos pasa a veces...me encanta ese estilo peculiar de escribir que tienes...entre sonseras que decimos habitualmente; mentiras al paso y verdades urbanas, tu historia se me hace entrenida de leer...
saludos!
Yo hablando de chicos malos y buenos sin saber que tu me habias ganado la idea
Saludos de parte de la chica buena
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