24/12/08

El inicio del fin? (Playa IV)

El niño bueno aflora desde mis ojos hasta mis mejillas. Los veo fijamente, nos despego la mirada de ellos a pesar que las lágrimas me nublan un poco el panorama arrecho que se vive dentro del taxi de al lado. Ella tiene los ojos cerrados y su rostro delata que la mano que tiene entre los muslos no surte el efecto que espera Carlos. El viento sopla más fuerte en mi rostro dejando que me golpee y se lleve algunas lágrimas. De pronto se lleva un dedo a la mejilla, lo desliza hacia arriba y se seca lo que parece ser una lágrima. El carro se detiene. "Ya llegamos" dice el Colo mientras yo me seco la cara en la blusa de Lorena. Ella que no se ha dado cuenta de nada me dice que le gusta la manera en que froto mi rostro en su espalda. Voltea, le hago una mueca que llamo sonrisa y la oscuridad no deja que vea los rastros de tristeza.

El niño malo también está afectado y por lo pronto se esconde bajo las piedras pequeñas que tiene la playa. Lorena no se despega de mi y se sienta a mi lado. "Me tocas algo?" pregunta con el doble sentido que tanto le gusta al que anda escondido. El niño bueno sabe que no podrá afrontar todo lo que ha traído esta noche y decide abrir la primera botella que tiene a la mano. Se va a emborrachar. Ya está decidido. El primer trago de a pico se desliza por mi garganta y el niño malo se asoma a ver que pasa allí arriba. Todos arman el usual círculo de ebrios y Lore me vuelve a preguntar: "Me tocas algo?" La miro tiernamente y le acomodo el cabello que le ha desordenado el viento. "Tocale el Coolo" susurra el niño malo entre las piedras. Aquel primer trago le ha puesto un parchesito al corazón del niño malo, se siente sano y se siente con fuerzas para dar sus primeros consejos. Al niño bueno el trago le ha dado la valentía de poner una piedrita sobre la boca del malísimo dejándolo sin voz ni voto.

Paola está frente a mi, algo seria y porque no...triste. No lo hago pensando en ella pero tomo del rostro a Lore y le doy un pico tierno. Acaricio su mejilla y saco mi guitarra de la funda.

Las olas del mar rugen y los ojos de Paola también. Sorry Pao...este juego se llama despecho.