Quince minutos para llegar y no la hago ni en taxi. El niño bueno quiere intentarlo y pagar lo necesario. El niño mala alega que espere, que ella llamó, que ella quiere verte...El niño malo y el lado más codo del niño bueno ganan esta vez, paran la combi y se enrumban a algo. Y es algo porque no sabe lo que le esperará allá. No hay planes, todo se hace en el camino y el niño malo es un improvisador experto. El niño bueno está nervioso, siempre es así, con plan o sin plan no puede evitar que las rodillas le tiemblen. Lo usual es que el malo salga a su rescate, saque un pucho y esconda el nerviosismo entre el índice y el dedo medio.
A medio camino otra llamada y un "dónde estás". "En camino" digo y a continuación un "te llamo cuando llegue". Media hora de retraso y cuando llego doy vueltas y vueltas buscándola. Feel a love with a girl de The White Stripes resuena en mi bolsillo, contesto y "Mira detrás tuyo".
Escote provocador y una sonrisa maliciosa al colgar. Al niño malo le ha encantado esa sonrisa. Es casi una niña pero esos ojos la delatan. También es una niña mala...pero su niña buena se ha perdido en el camino.