23/3/08

Locuaz


De niña solo tiene la mirada tierna y los pechos clamorosos por un brasiere más grande. Soy malísimo calculando edades, entonces le pongo unos 18 y fallo porque me dice que tiene 20. - Ah, pero debes tener enamorado supongo. Y fallo otra vez pero ahora feliz de ser tan malo para adivinar. Hasta pienso que Dios se burla de mi dándole la contra a mis pensamientos, corazonadas o presentimientos, como quieran llamarlo. La abue ya se fue hace diez minutos y esa escalera se ha convertido en el mejor cómplice de nuestro acercamiento. Intento por ultima vez adivinarle algo y le digo que seguro seguro tiene varios pretendientes.

-Algunos- me dice - pero no pasa nada con ninguno. Son muy rectitos, niños buenos de su casita, hijitos de mama, me los presentó la amiga de mi mama, asi que imaginate. Prefiero que las cosas se den solitas, sin forzar nada. Si tengo que conocer en un callejón a mi próximo ex, chevere, no me hago problemas - me suelta suelta de huesos.
-También lo podrías conocer en una escalera, quien sabe - le lanzo sacandome el antifaz de niño bueno y poniéndome pendejo.
-Que hablas ah? En una escalera? Demasiado aburrido.
-Eh...mmm...sí no? - y saco rápidamente mi antifaz que es igualito al del zorro y me lo pongo caleta.
-O sea...conocer a alguien para estar, en una escalera, no corre. Ahora, si se trata de un agarre, no sé podría ser -me dice y se me paran hasta los pelos.
-Y agarras bien? le pregunto amparándome en la noche, los tragos y el antifaz que me he vuelto a colocar.
-Jejeje...como me vas a preguntar eso, pues? -me dice riéndose tierna e inocentemente, para luego darme un golpecito en el hombro escondiendo la estela de su sonrisa tras su manito.

Ando más perdido que la vieja de Marco. Esta muchacha me saca de personaje cada dos líneas como pueden ver. Empiezo a tejer dos teorías: 1.- Que sabe que si pasa algo entre nosotros podría ir a Canada dry, a la reja o léase Santa Mónica, por violación a un menor ( que queda totalmente descartada por que no la denunciaría ni de vainas, salvo que me ate a la cama y me de latigazos, aunque podría considerarlo) y teoría 2.- Que esta muchacha tenga doble personalidad (lo de la doble pechonalidad lo voy constatando cada vez que mira hacia un costado) y le de la chiripioca cada dos minutos o según le dicte la conciencia.

-Por qué me preguntas? Quieres saber? O prefieres comprobarlo? -replica su lado sabroso.

La miro a los ojos por primera vez cuando ve hacia un lado. Una tremenda bizqueada y una doblada de cuello estilo bailecito de thriller asoma por un segundo.
Primero la abue voyeurista y ahora la nieta media locuaz, me jodí -pienso. Me acerco, tentando un piquito y para comprobar de una vez por todas su locura. En nombre de la ciencia, le clavo un pico.

-Ayyyyyyyyyyyyyyyy...abue...abue....violador...violador - me pongo el antifaz de flash y la escucho gritando desde la puerta de la casa. Caraxo...solo falta que el papá sea asesino serial.

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Now playing: Fiona Apple - Oh Sailor

19/3/08

Más alla de la oscuridad

La noche expulsaba de sus guaridas a los más bohemios de la clase y los reunía en la casa de Cinthia. Es probablemente la última vez que algunos nos veamos las caras. El cole había terminado y cada uno tomaría rumbos distintos: chambear, entrar a la universidad, embarazarse y hasta tal vez volverse chivo o chiva según el género. Así que tenemos excelente excusa para emborracharnos hasta decir oe, te estimo, para declararse ante la fea del salón o tal vez para quedarse dormido abrazando el inodoro. Viendo el popurrí de tragos que ofrece la mesa intuyo que mi hígado terminara mal y la aventura muy bien, y mirando el escote de Vanessa me convenzo de tomar un vaso de cada trago y con ellos valor para intentar algo con ella ¡Que cobarde, caraxo! pienso, pero algo tengo que hacer y las botellas me hacen guiños desde hace buen rato. Uno, dos tres...uy que rico...cuatro, cinco...glup glup...seis, siete...y ya veo dos Vanessas. Ahora a cual le hablo? Sea como sea está el "doble" de riquisima.

Ensimismado en mis pensamientos no me doy cuenta que todos han hecho un círculo, que una botella está girando al centro y que Matilde me ha arrastrado al círculo y me ha puesto frente a ella, creo que para tentar un posible agarre, sí, es eso, la sonrisa que tiene de oreja a oreja la delata cuando la botella ha indicado que Karen me ordenará. Esta noche mis labios son como el vaso de chela en plena pollada, osea pasa por todos lados, no pues, tampoco se vayan a los extremos, de las muchachas nomas. Me quejo de algunos chapes de otros no, en todo caso siempre hay que hacer sacrificios pienso. Los picos se dan frente a todos y los agarres agarres se dan y reciben en el pasadizo que comunica la sala con los demás dormitorios. Ya me ha tocado ir una vez, y con Matilde para mi mala suerte. Se contenta con un piquito y luego le meto...otra vez pensando mal?...que le meto un cuentazo para no seguir. En medio de la bulla, la oscuridad y mis mentiras, veo unos ojos a los lejos mirandome desde la escalera hacia el segundo piso.

-Oe ya pues, que están haciendo? Tirando? Apurense - gritan los emocionados que aún no obtienen lo que quieren de la botella.
-Anda, yo voy al baño - le digo a Matilde quien inocente y sumisamente me hace caso y se va, su tamañito y su cabello rojizo ensortijado me hacen sentir que he besado a una niña de diez años.

Voy directo a la escalera al encuentro de ese par de brillantes ojos. Algo me tiene nervioso, pero no detengo mis pasos. Quiero saber porque me ha estado mirando desde la ventana y porque ha estado mirando ahora mientras abrazaba y floreaba a la niña Matilde. Escuchó sus pasos, lentos, frágiles, bajando escalón por escalón, su sutileza me mata y me encanta. Algo cae a mis pies y se enciende la luz.

-Ay...joven, me pasa mis dientes por favor? -me dice la abue de Cinthia.

Caraxo, una abuela me puso en Fa, pienso mientras le alcanzo los dientes.

-Hijito...estás bien? Estás paaaaalido...un vasito de agua?
-No señora, muchas gracias, no es nada no se preocupe, solo que me excité al verla.
-Qué?????????'
-Ah..no...que me asusté al verla.
-Qué?...ahora me dices que parezco un fantasma?
-No señora...como cree, es que la vi así de la nada.
-Ah...entonces soy fea? Además, no seas mentirosito porque bien que ya me habías visto desde que estabas con esa chiquilla por allá.
-Abue...sube, que haces abajo? -dice una tercera voz dulce y candida que se va haciendo más fuerte conforme baja las escaleras.

La tengo frente a mi y reconozco esos ojos. No es una niña, es una mujer.

11/3/08

Media noche, media luna

Ya es casi medianoche y aún estoy en la calle. Apuro el paso viendo en mi reloj que la esperanza se diluye en el segundero. A la vez reniego un poco al saber que en la casa de Cinthia todos se están dando besitos, abrazos y buenos deseos propios de la fecha. Y yo no quiero perderme ningún beso, por lo contrario, pienso ganar más que eso. Mientras mi mente divaga sobre la lengua de una y los pechos de otra, los fuegos artificiales me anuncian que los besitos, abrazitos (y porque no, paleteadas) y demás están ocurriendo a dos cuadras.

El alcohol siempre ha sido buena excusa y buen motivo para mi. Excusa para dar rienda suelta a mi alegría siempre emboscada por una falsa seriedad y motivo suficientemente fuerte como para salir a buscar una botella de champagne faltando 10 minutos para Año Nuevo. No me queda otra que saludar al Chino que dicho sea de paso debe estar odiandome por persuadirlo de ir a sacar el trago de su casa.

-Feliz ano brother, espero que te lo cuides -me dice el Chino pendejamente.
-Feliz ano también pa' ti Chino. Yo queriendo darle su rico abrazo a Vanessa o a Karen, y tengo que dártelo a ti chino cochino, chino con che de chivo.
-A mi no me digas nada, que la idea de regresar a mi casa fue tuya. Borracho de mela..., prefieres una botella a una flaca.
-Prefiero a una flaca con una botella.

Llego a la puerta de la casa y veo que en la ventana del segundo piso me está mirando ella. Le digo ella porque no sé quién es. Las sombras juegan con su rostro y no dejan discernir si es una niña o una mujer. El brillo de sus ojos logra traspasar la oscuridad en la se envuelve la noche, pero rápido se va y deja en mis ojos el brillo y la incandescencia que suele dejar el sol luego de mirarlo por largo rato. No, aún no estoy borracho. Tengo la botella entre mis brazos cuidándola como un padre a su hijo recién nacido. Y es que el cariño que le tengo tal vez pueda compararse de algún modo. Siento el beso de Matilde que por lo eufórica parece que ya empezó y ha tomado a vaso lleno. Me sorprende de golpe porque aún estoy concentrado en la ventana tratando de recuperar mis cinco sentidos y me sorprende también porque es una de las chicas más tímidas de la clase. El trago le sienta bien. No hay muchas personas en la sala: cuatro amigas y un amigo. Recién son las doce y los demás deben estar aún en sus casas con sus padres en la típica cena de Año Nuevo.

Mi mente deja la ventana y se traslada al sinuoso escote que luce Vanessa, esa muchacha quiere algo me digo a mi mismo. De pronto me vuelven a sorprender con otro beso, mucho más atrevido que el de Matilde. Sus labios rozan la mitad de mi boca para luego dejarla semiabierta de sorpresa.

-Deja de verle las tetas a Vanessa, Martincito - me dice Karen al mismo tiempo que me cierra la boca agarrándome de los labios.

Con lo que ardo podría ser tranquilamente el muñeco de Año Nuevo.